El baño de realidad al que están sometidos los populismos determinará su futuro como ideología política. En general, los populismos denuncian agresivamente una realidad que las fuerzas democráticas tradicionales no son capaces de cambiar . Son problemas históricos, como el del fenómeno de la inmigración en Europa y Estados Unidos, que los partidos de gobierno no sabemos cómo encarar. O, en el caso de Argentina, el desequilibrio y la crisis económica que crea en permanencia la inflación desbocada que sufre el país desde hace años. Los populismos no tienen por qué ser malos si son capaces de seguir las reglas democráticas. Querrá decir que habrá quienes les vote porque crean que “ya basta”, “por fin alguien habla claro” o incluso “¡que os den!” . Estos días me he encontrado con un montón

See Full Page