La alambrada que desde 2010 cubría el acceso a la azucarera de Santa Elvira ya es cosa del pasado. Poco a poco, la antigua fábrica va reabriendo para, en 2026, hacerlo de forma oficial y volver a la vida.

Ese es el plazo marcado para recuperar este edificio con una envolvente que haga las veces de Palacio de Congresos 'al aire libre' hasta que haya presupuesto para acometer una obra definitiva, no antes del año 2030.

El último avance ha llegado a modo de martillo percutor. Esta semana han comenzado los trabajos para limpiar la fachada del edificio.

El futuro palacio se quita de encima el último lastre de los 15 años de abandono que han supuesto un coste de 1,5 millones en concepto de alquiler de los arriostramientos que sujetaban la estructura.

Tras eliminar los tirantes metálicos,

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