“En el Gobierno ya están pariendo por los coletazos de la inclusión del presidente Gustavo Petro en la Lista Clinton”, se comenta en voz baja en los pasillos de la Casa de Nariño. La tensión crece. No hay certezas sobre el alcance real de la medida, pero el miedo ya se instaló entre los funcionarios más cercanos al mandatario. Lo que hasta hace unos días parecía un rumor sin mayores consecuencias comenzó a tomar forma con un hecho que, según fuentes oficiales, desató alarma en el alto Gobierno.

Durante una escala técnica en Madrid, en medio del viaje presidencial hacia Medio Oriente, el avión de la Fuerza Aérea Colombiana que transportaba al jefe de Estado se quedó sin reserva de combustible. Al querer llenar el tanque varias empresas se habrían negado a suministrarlo. Sin previo avis

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