La administración de Donald Trump inició una amplia reestructuración del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) con el fin de endurecer su política de deportaciones y acelerar los arrestos de migrantes. La medida implica el desplazamiento de casi la mitad de los directores regionales y la sustitución de los altos mandos por funcionarios de la Patrulla Fronteriza, reconocidos por aplicar tácticas más agresivas.

Fuentes del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) confirmaron a medios estadounidenses que los cambios alcanzarán hasta una docena de las 25 oficinas de campo. El proceso estaría liderado por Corey Lewandowski, asesor cercano al magnate republicano.

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De acuerdo con reportes, la Casa Bla

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