En un rincón del monte mediterráneo de la provincia de Jaén , el fotógrafo aficionado Ángel Hidalgo vivió un encuentro que, en sus palabras, le resultó “imposible de creer”. Tras meses de rastreo y paciencia, logró observar y capturar con su cámara la imagen de un lince ibérico de pelaje completamente blanco.

Hidalgo cuenta en una publicación que todo comenzó hace unos meses, cuando una de sus cámaras de fototrampeo registró algo fuera de lo común. A partir de ese momento, decidió dedicar “todo el tiempo disponible” a tratar de verlo en persona. “Pasaron horas, días, semanas e incluso meses sin éxito —relata—, muchas veces a punto de tirar la toalla”. Sin embargo, una mañana lluviosa, cuando el sol apenas asomaba, la suerte cambió: “A lo lejos vi un bulto blanco que parecía irradia

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