Un trabajo de investigación de la Universidad de Granada ha demostrado que los posos de café, tras un tratamiento químico, pueden utilizarse para biofortificar pepinos con minerales esenciales y reducir la acumulación de metales pesados tóxicos. El estudio, publicado en la revista Chemosphere, confirma que el consumo de estos pepinos no supone riesgos para la salud y abre nuevas vías para la economía circular en la agricultura intensiva y su aplicación a otras hortalizas.
Los investigadores de la institución académica granadina han desarrollado un método que permite convertir los posos de café (un residuo que genera entre 6 y 8 millones de toneladas anuales en el mundo) en fertilizantes eficaces y seguros. Mediante procesos químicos como la activación con hidróxido de sodio o la carboniza

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