Unos manes muy inteligentes de apellido Prebisch, Escobar y Quijano sostienen que la riqueza de los pueblos se puede medir por el nivel educativo de su gente. Es lógico pensar que los pilos encuentran fácilmente soluciones a los problemas de sus comunidades mejorando sus condiciones. También explican que no es lo mismo estar en Mercaderes que en Bogotá.

Le voy a explicar con plastilina por qué no te han alcanzado dos gobernaciones y un Senado para construir un acueducto para tu familia y la gente que te vio crecer.

Imagínate que la hija de un paisano tuyo se graduó del colegio y se fue a Popayán a estudiar en la universidad porque en el pueblo no hay oportunidades. Después de recibir el título, intentó buscar trabajo por un par de años, pero se aburrió porque todos los cargos se cambian

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