Con la llegada de la temporada de Día de Muertos, las calles de Pachuca se llenan de color, aroma a cempasúchil y del característico sabor del pan de muerto, uno de los elementos más importantes en las ofrendas mexicanas.

Este pan no sólo es una delicia culinaria, sino también un símbolo cargado de historia, tradición y significado espiritual.

En entrevista con Al Día Noticias, Gustavo Vargas, propietario de la panadería La Flor de Pachuca, explicó la importancia de esta temporada tanto para su negocio como para las familias que conservan la costumbre de colocar este pan en sus altares.

“El pan de muerto simboliza una tumba, y las canillas representan las extremidades del difunto; la bolita superior simboliza su cráneo”, comentó al destacar el profundo sentido simbólico detrás de su ela

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