Si bien Halloween no es una tradición propia, se ha vuelto muy popular entre los jóvenes, que lo celebran con disfraces, y entre los más pequeños, que disfrutan del reparto de dulces y golosinas. Sin embargo, es importante tener en cuenta que, sin querer, estamos exponiendo a los niños a consumir productos con alto contenido de azúcar, colorantes y preservantes.
El consumo excesivo de estos dulces puede provocar indigestión y aumentar el riesgo de reacciones alérgicas, tanto cutáneas como respiratorias.
Por ello, es fundamental revisar las golosinas recolectadas y seleccionar aquellas que resulten menos dañinas. Los médicos siempre recomendamos a los padres mantener una vigilancia activa para evitar complicaciones que puedan terminar en una emergencia.
Las golosinas, como cualquier alim

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