No queda otra. No paramos de crecer. Todos. Y Pablo Motos y su equipo también son más mayores que cuando empezaron hace 3000 programas. Incluso ya guardan un Premio Planeta en la estantería. Bueno, en la de Juan del Val. El Hormiguero probablemente no es tan ingenuo como antaño, nosotros tampoco, pero ha sido astuto en mantener su identidad en los veinte años de vida que cumple esta temporada.
Y en televisión la identidad empieza por la imagen, la luz, el sonido y la escenografía. El plató que empezó, en Cuatro, siendo un futurista terrario de hormigas, con pantallas que simulaban agujeros por donde miraban ojos humanos, fue dando paso, poco a poco, a más pantallas en un decorado que iba variando sin que nos diéramos demasiada cuenta.
El último salto de El Hormiguero ha llegado en el ini

20 Minutos

Raw Story
Psychology Today
Bozeman Daily Chronicle Sports
OK Magazine