Los elementos que nos unen a Colombia son infinitos. Infinitos igualmente son los que nos separan. Un intenso ir y venir de ciudadanos de cada lado de la frontera hacia el otro se ha producido desde tiempos ancestrales. Y el flujo humano se exponencia hasta cifras colosales cuando se instalan momentos de crisis tanto de este lado como del otro del Arauca. Cada una de estas situaciones nos ha tomado desprevenidos y, a lo largo de la historia en común, hemos fallado, tanto en Colombia como en Venezuela, en aquello de dotarnos de instrumentos y de instituciones que faciliten la integración social y económica de ese vecino inmigrante con el que nos vanagloriamos de estar tan integrados.
En nuestros días la situación de los emigrantes venezolanos en suelo neogranadino es patética. Un excelente

Analítica

Reporte Confidencial
CONTRASTE
El Universal VE
Crooks and Liars
ABC News Video
NBC News
New York Post
US Magazine Entertainment