Los campos de flor de cempasúchil se convierten en un espectáculo visual y sensorial previo al Día de Muertos, cuando los productores comienzan a cortar las flores que viajarán a todos los rincones del país. Su característico color dorado y su aroma intenso son, según la tradición, el camino que guía a las almas de vuelta a sus hogares.

El cempasúchil es uno de los íconos más importantes del Día de Muertos, al combinar raíces indígenas, fe católica y creatividad popular. En Atlixco, cientos de trabajadores dedican largas jornadas a seleccionar las mejores flores, que adornarán altares y ofrendas en memoria de los seres queridos.

Una vez recolectadas, las flores son trasladadas a los mercados, donde compradores de distintos estados negocian los precios y las cargan en camiones para distri

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