A veces tenemos la sensación de que, pese a comer razonablemente y movernos lo que podemos, el cuerpo no acompaña: nos sentimos cansados, la balanza sube sin motivo aparente y la rutina se vuelve cuesta arriba. Es posible que no sea solo “mala suerte” o vida agitada, sino que nuestro metabolismo esté funcionando más lento de lo habitual, y eso puede repercutir en nuestra energía, en el peso y en el bienestar general.

El metabolismo es ese conjunto complejo de procesos por los cuales el cuerpo transforma los alimentos en energía, regula la temperatura corporal, mantiene la circulación y la digestión en marcha. Cuando se ralentiza -por edad, falta de actividad, desequilibrio hormonal u otros factores- aparecen señales que conviene reconocer para actuar a tiempo.

Señales de que tu me

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