Lawrence Russell Brewer, de 44 años, fue ejecutado en 2011 en Texas por su participación en el asesinato racista de James Byrd Jr. Antes de morir, exigió un insólito banquete como “última cena ”, se negó a comerlo y generó un cambio histórico en el sistema penitenciario estadounidense.

Brewer, condenado por uno de los crímenes más brutales en la historia de Texas, utilizó su derecho a una comida antes de la ejecución. Sin embargo, el pedido resultó tan excesivo y provocador que marcó un antes y un después en la política carcelaria del estado.

El banquete que Brewer pidió incluía una hamburguesa triple con panceta , una pizza con varias carnes , una tortilla, tres fajitas , dos bifes de pollo frito , un tazón de okra con kétchup, dulce de maní , una porción de helad

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