Estados Unidos comenzará a aplicar a partir de este sábado 1 de noviembre aranceles a la importación de camiones medianos, pesados y autobuses. La medida, impulsada por la administración del presidente Donald Trump, forma parte de una estrategia más amplia de protección industrial que busca fortalecer la manufactura nacional, reducir el déficit comercial y presionar a sus socios comerciales para renegociar condiciones favorables para los productos estadounidenses.

El nuevo esquema contempla un impuesto del 25 % para los camiones importados y una tasa del 10 % para los autobuses. Estos gravámenes se suman a los recargos generales —de al menos el 10 %— impuestos este año sobre una larga lista de bienes provenientes del extranjero, así como a los aranceles especiales en sectores estratégicos

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