La noche se avecina en la Alameda Zaragoza. A un costado de la Fuente del Pensador ha comenzado a reunirse la gente. Se aprecian hombres con las caras pintadas de cráneos, mujeres disfrazadas de catrinas y guerreras aztecas, carros alegóricos decorados con flores de cempasúchil, agrupaciones musicales dispuestas a desbordar el viernes con sus notas.

Pasan de las seis de la tarde y los asistentes aguardan con impaciencia el inicio del IV Desfile de Día de Muertos convocado por el Ayuntamiento de Torreón. Algunos buscan su sitio, van de aquí para allá preguntando por su espacio. Otros se reúnen frente a la fuente, escuchan el estruendo de una agrupación de banda y con todo y disfraces hacen un círculo para bailar el tamborazo.

Cerca de allí está María Ángel Fuentes Ramírez. A sus 17 años s

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