Cuernavaca, Morelos.– Con gran devoción y entre aromas de cera, copal y flores de cempasúchil, dio inicio la tradicional cereada en el poblado de Ocotepec, una de las celebraciones más emblemáticas de Día de Muertos en Cuernavaca.

Durante esta emotiva tradición, los visitantes recorren las calles del pueblo para entregar velas a las familias que han perdido a un ser querido durante el último año, gesto que simboliza acompañamiento y respeto hacia los difuntos. A cambio, los anfitriones ofrecen mole, tamales, pan, café y fruta, como muestra de gratitud y hermandad comunitaria.

Autoridades de Bienes Comunales de Ocotepec dieron a conocer el mapa de las “ofrendas nuevas”, el cual marca con puntos negros (de luto) los hogares donde se encuentran los altares dedicados a quienes partieron reci

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