Después de muchos años de visitar restaurantes y bares, e incluso sin tanta experiencia, es posible reconocer enseguida ese tono del servicio que aparenta amabilidad, quiere causar efecto positivo y se esmera por recitar -de memoria- platos y vinos. Se ve ahí lo poco genuino, lo aprendido a las apuradas, o la repetición mecánica de supuestas normas de educación. Sin embargo, cuando aparece lo genuino -las poquísimas veces que ocurre-, sin dudas hay que destacarlo. Se trata de ese buen trato cordial y sobre todo sincero de quien gusta hacer su trabajo. Eso se ve y se agradece en ‘Hierro Bodegón’, el restaurante que nació hace pocas semanas en Fitz Roy 722, Palermo. Su mozo Santiago Díaz se merece todos los premios a la buena atención, pero no es el único: todos y todas los que atienden en e
Una propuesta chic y muy genuina
Diario La Prensa7 hrs ago
141


Essentiallysports College Sports
KARE 11 Politics
E Online
Slate Magazine
AlterNet
Glam
Essentiallysports Tennis
Raw Story
The Blade