Nacida el 24 de julio de 1901 en Konopiště, Bohemia, Sofía de Hohenberg era la única hija del archiduque Francisco Fernando y de Sofía Chotek. Cuando apenas tenía 13 años, vivió el asesinato de sus padres en el atentado de Sarajevo el 28 de junio de 1914, un suceso que cambió para siempre su mundo. A partir de ese momento, su vida fue de suceso en suceso: pérdida, desplazamiento, renuncias y una existencia alejada de las luces que acompañaron a su familia.

Huérfana de un imperio y heredera sin derechos

El matrimonio de sus padres fue considerado morganático, lo que significaba que Sofía y sus hermanos no tenían derechos al trono ni al pleno reconocimiento de la dinastía Habsburgo. Esta circunstancia marcó su destino: tras el asesinato de sus progenitores, se convirtió en uno de los p

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