Hierberas, blasfemas, herejes, hechiceras, todas mujeres juzgadas así por el Santo Oficio en la Nueva España. Esta es la historia de algunas de ellas quienes fueron señaladas y condenadas con castigos diversos como la exhibición pública o el confinamiento en el edificio inquisitorio de Santo Domingo, ubicado actualmente en el centro histórico de la capital del país.

Estas mujeres juzgadas como hierberas, blasfemas, herejes o hechiceras fueron juzgadas así por su etnia, por el uso del conocimiento herbolario o simplemente por su género y así resistieron los embates de la ortodoxia religiosa masculina y el estricto orden social que mandató silencio y castigo contra ellas.

Es importante decir que la inquisición mexicana no se pautó propiamente hasta 1571 cuando el Santo Oficio de la Inquisi

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