Las derrotas electorales pueden tener entre sus efectos más virtuosos la apertura a reconfiguraciones y renovaciones en los derrotados. Fue con lo que amagó el peronismo tras la victoria de Macri y el reseteo del 2017, con un “volver mejores” que arrasó en las urnas y luego defraudó en el gobierno. Es la oportunidad que vuelve a abrirse hoy frente a la peor elección legislativa en mucho tiempo, que dejó al peronismo en un piso histórico en materia de votos y acompañamiento popular en todo el país. Para bien o para mal, hay un proceso en marcha y su resultado podrá ser un peronismo renovado y fortalecido o uno más empequeñecido producto de sus propias incapacidades para procesar sus diferencias.

La falta de un proyecto unificado, de liderazgos convergentes, de una promesa a la sociedad q

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