Cada vez que se nos muere alguien entrañable el aroma del incienso nos aproxima inevitablemente a nuestros muertos más cercanos. Me ocurrió con Pablo Guerrero hace un mes y, además de leer sus obituarios, me entretuve revisando viejas entrevistas con él hasta que di con una, del año 2021, que nos ofrece un titular imprescindible para andar por la vida y por la muerte: «Quiero pensar que no somos sólo un montón de vísceras». Eso decía el cantante extremeño. Cinco años se han cumplido desde que hiciese mutis por el foro nuestro amigo Hilario Franco y, exagerando sin exagerar, quedara desierta la escena para muchos de nosotros. Gracias precisamente a que no somos sólo vísceras, aún seguimos acusando el golpe y lo combatimos con un ejercicio de memoria que yo, privilegiado por ello, traigo a e

See Full Page