¿Cuántas veces hacemos algo buscando la aprobación de los demás… aun cuando, en el fondo, ya sabemos que igual lo vamos a hacer?
¿Y qué pasa en nuestras relaciones o con nosotros mismos cuando forzamos esa necesidad de aprobación, aunque luego hacemos lo que nos parece a nosotros?
Hace unos días, en un supermercado y mientras esperaba en la cola para pagar mi compra, me encontré con una escena que me dejó pensando.
Delante mío, una pareja hacía su compra. La mujer pasaba los productos a la cajera, mientras que el hombre acomodaba los productos en bolsas de tela y cajas.
De pronto ella levantó una golosina de una góndola cercana a la caja. Antes de ponerla en el carro, miró al hombre como esperando un gesto de aprobación para esa compra. Él negó con la cabeza, con un gesto despreocupado

El Chubut

Infobae
New York Post
NBC News