La experiencia demuestra que, salvo excepciones contadas, el comienzo es la parte más complicada de cualquier proyecto . Y más si la iniciativa es artística. Pero también es evidente que la complejidad de los primeros momentos, marcada sobre todo por los trámites burocráticos, la búsqueda de financiación y la indispensable necesidad de darse a conocer, suele ser vencida por las ganas y la constancia, por el trabajo firme y continuo que nace de la ilusión pero, también, del convencimiento de que el proyecto iniciado merece la pena. Es lo que precisamente sucede con el Ballet Joven de Cádiz , una nueva formación surgida este mismo verano y que trata de dar sus primeros pasos con el claro objetivo final de convertirse con el tiempo, cuando germine la actual semilla, en una asentada compañ

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