La noche en Uruapan, Michoacán, se tornó trágica con el asesinato del alcalde Carlos Manzo, un hecho que ha generado una ola de indignación en la comunidad. El gobernador del estado, Alfredo Ramírez Bedolla, confirmó el crimen a través de sus redes sociales, condenando el ataque y anunciando medidas de seguridad inmediatas en la región. En un mensaje contundente, Ramírez Bedolla expresó su repudio al “cobarde atentado” que acabó con la vida del alcalde. Detalló que, gracias a la rápida intervención de las fuerzas del orden, se detuvieron a dos personas presuntamente implicadas en el ataque y se neutralizó al agresor principal. El gobernador informó que “ya se encuentran dos personas detenidas y una más abatida”, lo que marca un avance significativo en la respuesta estatal. Además, se ha implementado un operativo de seguridad en Uruapan, coordinado por el Secretario de Seguridad Pública, Juan Carlos Oseguera Cortés, junto con la Guardia Nacional. Este despliegue busca prevenir cualquier posible brote de violencia tras el atentado y restaurar la paz en la localidad. La gravedad del ataque, dirigido contra un funcionario de alto rango, ha llevado a las autoridades a actuar con determinación. En una publicación posterior, Ramírez Bedolla reafirmó el éxito inicial del operativo, confirmando que el agresor fue abatido en el lugar y que se aseguró el arma utilizada. La Fiscalía General del Estado (FGE) asumirá la investigación, buscando establecer el motivo detrás del “cobarde atentado” y el grado de implicación de los detenidos. Mientras tanto, el gobernador se comprometió a mantener informada a la ciudadanía sobre el avance de las investigaciones, afirmando: “Continuaremos informando.” La comunidad de Uruapan y el estado de Michoacán ahora esperan que esta respuesta rápida se traduzca en una investigación exhaustiva y en la aplicación de justicia ante este violento suceso, que representa un desafío directo a la institucionalidad y al Estado de Derecho en la región.