«¡Ya estamos en precampaña!», anunció Álvaro Sanz (IU) el pasado jueves en las Cortes al regresar desde la tribuna a su escaño. El todavía líder de Izquierda Unida verbalizó en el hemiciclo lo que todavía nadie, ante micrófonos y libretas, se atreve todavía a pronunciar. El Gobierno de Aragón se aferra al objetivo del nuevo presupuesto, pero admite que el canal de comunicación con Vox está roto. El PSOE insta al presidente aragonés , Jorge Azcón , a apretar «el botón nuclear» que lanzará por los aires el escenario político. Y el jefe del Ejecutivo autonómico, que se siente fuerte y sabe lo que dicen las encuestas, saca de quicio a los socialistas con la figura de Javier Lambán ­–interés, incomodidad– y ahondando en la herida de la transición completada hace meses hacia el sanchismo

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