Javier Milei y Mauricio Macri cenaban como en los primeros tiempos de la administración libertaria, sin testigos, en la Residencia de Olivos. Se habían reunido para charlar sobre el rediseño del Gobierno y la ampliación de la coalición parlamentaria. Lo habían acordado por teléfono el domingo pasado, cuando se abrieron las urnas y el oficialismo se alzó con una victoria notable en todo el país. Milei sorprendió esa noche a Macri con un llamado a su celular y lo invitó a comer. “ Yo voy a la hora y el día que me digas, pero te voy a decir todo lo que pienso y vos no te tenés que enojar” , le dijo Macri. “No, ¿cómo me voy a enojar? ”, contestó Milei. El viernes, cinco minutos antes de la hora pactada, las ocho de la noche, el líder del PRO llegó a Olivos con su chofer. Milei lo esper

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