En Colombia, el impuesto conocido como 4×1000 (o GMF) —que grava las transacciones financieras con 4 pesos por cada 1.000 pesos movilizados— ha permanecido más de dos décadas como una herramienta clave de recaudación estatal.

Sin embargo, múltiples voces del sector económico, financiero y político plantean que su eliminación es urgente y necesaria, por varias razones centrales.

Razones para eliminarlo

Reducción de cargas para personas y pequeñas empresas.

El impuesto afecta directamente las transacciones bancarias y puede representar un freno para quienes ya cuentan con pocos márgenes financieros. Su supresión liberaría recursos para consumo, inversión y bancarización.

Fomento de la formalización financiera.

Al gravar cada movimiento, existe un incentivo en algunas personas a recurri

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