Cerco policial a un conocido empresario de Mallorca, cuya identidad aún no ha trascendido, se habría convertido en uno de los intermediarios más importantes en la red de tráfico de drogas que lideraba el jefe de los Tribuns en España. Según la investigación de la Guardia Civil y la Policía Nacional , adquiría hasta 400 kilos de cocaína para luego revenderlos con un beneficio neto de 4.000 euros por kilo, comprando cada kilo a 26.000 euros y vendiéndolo a 30.000. Su implicación pone de relieve cómo figuras respetadas en el mundo empresarial pueden ocultar vínculos con el narcotráfico.

La operación, aún bajo secreto sumarial, podría levantarse en menos de dos semanas, según fuentes judiciales. Este caso se enmarca en la sexta fase de la Operación Enrique Manso Bal , que ha desarticulado parte de una de las redes más activas a nivel internacional.

Entre los arrestados figura Ramón Orta Gámez, líder del histórico clan de Los Orta  de 66 años, habitual en redadas antidroga en Manacor y toda la zona del Levante mallorquín. Orta llegó sonriente al juzgado de Vía Alemania y posando tranquilamente para los medios de comunicación.  Los investigadores lo consideran uno de los principales compradores de droga de la banda liderada por el abogado Gonzalo Márquez y Stefan Milojevic, jefe de los United Tribuns.

La investigación se sustenta en libretas, cuadernos y teléfonos incautados a los cabecillas. Una de las libretas pertenecía a Carlos Hervás , lugarteniente del grupo, desde cuya vivienda en Binissalem coordinaba la distribución de droga en Mallorca. Allí se intervinieron 11 kilos de cocaína, armas y 1.261.000 euros , confirmando el alcance económico del grupo. A pesar de que la operación esté declarada secreta, los abogados presentes en la causa y todos los encausados han tenido acceso a los elementos esenciales.

Los documentos incautados a Milojevic muestran que habría entregado 48 kilos de cocaína a Ramón Orta por 1.200.000 euros, junto a registros de pagos y cantidades masivas de estupefacientes, evidenciando la magnitud de la operación criminal.

Otros implicados incluyen a Santiago B., tatuador conocido como Santino, quien compró 12,54 kilos de cocaína por 398.250 euros , aunque negó cualquier vinculación con la organización ante el juez, y Javier M., empresario de jabones, que adquirió cuatro kilos por 92.000 euros.

La investigación destapa un entramado que mezcla poder económico, negocios legales y narcotráfico, mostrando cómo el tráfico de drogas en Mallorca no solo involucra a clanes históricos, sino también a figuras que operan en la sombra del mundo empresarial.  Entre ellos, uno de los socios de un conocido local de ocio nocturno de Santa Catalina.