El misterio del cerebro de Albert Einstein sigue siendo uno de los relatos más enigmáticos y surrealistas de la historia de la ciencia. Tras su muerte en 1955 a causa de una aneurisma aórtica , Einstein dejó una solicitud clara: que su cuerpo fuera incinerado y que sus cenizas fueran esparcidas en un lago que había sido significativo en su vida. Sin embargo, lo que ocurrió con su cerebro fue totalmente diferente y ha generado una historia de intriga y polémica .

El médico que realizó la autopsia de Einstein, un gran admirador del físico, no cumplió con su última voluntad . En lugar de incinerar su cuerpo, e xtrajo su cerebro sin permiso y lo guardó en frascos con formol, con la esperanza de que podría estudiar las características especiales del órgano. El cerebro de Einstein no destacó por su tamaño, que era ligeramente menor que el promedio, con un peso de 1.230 gramos, pero sí por su inusual estructura. Algunas zonas del cerebro mostraban una densidad anormalmente alta de neuronas y una mayor proporción de neuroglía, el tejido que las sostiene. También se observó una morfología poco común en su corteza cerebral.

A lo largo de los años, el cerebro de Einstein se convirtió en un objeto de estudio, siendo examinado y diseccionado por diferentes científicos. Aunque no se ha logrado establecer si las diferencias en su cerebro fueron la causa de su genialidad, el caso ha dado lugar a innumerables investigaciones sobre el vínculo entre la estructura cerebral y la inteligencia. Se ha discutido mucho sobre si estas características fueron una causa o consecuencia de su brillantez, ya que se sabe que el cerebro humano es increíblemente plástico, lo que permite que las conexiones neuronales se fortalezcan con el uso.

El destino del cerebro de Einstein no solo ha desvelado misterios sobre la anatomía humana, sino que también ha generado un debate ético sobre el respeto a la última voluntad de una persona . A pesar de los intentos por recuperar el cerebro y devolverlo a su familia, el hijo mayor de Einstein, Hans Albert, llegó a un acuerdo con los investigadores para que el órgano se mantuviera bajo estudio. Este "tesoro biológico" sigue siendo un tema de fascinación y estudio en la ciencia, aunque su historia, con tintes de robo y obsesión, sigue siendo un capítulo oscuro en la vida del genio.