Madrid

La fiscalía de París ha confirmado este domingo que el robo de joyas en el Museo del Louvre no lo cometió una red profesional, sino delincuentes comunes. Los sospechosos, dicen, son vecinos de Seine-Saint-Denis, una zona al norte de París, y no tienen vínculos con las altas esferas del crimen organizado. El fiscal Laure Beccuau descarta por ahora la implicación de mafias internacionales.

Entre los acusados figura una pareja con hijos, cuyo ADN aparece en el ascensor utilizado durante el robo. Ambos están en prisión preventiva y niegan su participación. Otros dos hombres también están detenidos y admiten parcialmente su implicación. Uno de ellos ya estaba bajo supervisión judicial por robo agravado.

Según la investigación, dos de los implicados accedieron a la Galería Apolo del Lo

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