La mitad de la temporada siempre actúa como espejo. Algunos equipos descubren que la promesa era solo maquillaje, otros que el talento juvenil empieza a correr sin pedir permiso. La Semana 9 dejó a la NFL varias aprendizajes: aire frío, pulsos calientes y una certeza que se repite año tras año, nadie domina el caos por mucho tiempo.
Drake Maye , el quarterback de segundo año que parecía tardaría más en aprender se ha convertido en la brújula de los Patriots. Su consistencia empieza a citar nombres que pesan: Rodgers, Brady, Manning. Ocho juegos consecutivos con 200 yardas y un rating de pasador por encima de 100 lo ubican en un territorio donde los números dejan de ser estadística y se vuelven argumento.
Nueva Inglaterra venció 24-23 a Atlanta y, más allá del marcador, encontró fe

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