El presidente del Gobierno dirige el "circo" mejor que nadie. Es la ventaja que tiene sobre sus adversarios, dentro y fuera del partido. Es el que mejor ha entendido que la política sin espectáculo, a día de hoy, no es política, y que hay una gran masa de votantes que consideran que sus piruetas en la pista central son una genialidad. Es hasta un trendsetter, como hemos podido ver con sus gafas vintage en el Senado. El ministro Puente tiene razón.

En estos días en los que asistimos a las últimas horas políticas de Mazón, sorprende ver la actitud del presidente del Gobierno, tanto en la comisión de investigación del Senado como en el funeral del Estado. Con él parece que no va la cosa, es como si volase más alto, por encima del resto. Esas gafas le permiten ver lo que no vemos el resto.

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