Creado: 03.11.2025 | 07:56
Actualizado: 03.11.2025 | 07:56
Creo que consta que el aún fiscal general del Estado, Alvaro García Ortiz, ha querido tirar la toalla, marcharse, varias veces en los últimos meses de agonía. Pero, cuando empieza su inédita, escandalosa, comparecencia ante el banquillo acusado de revelación de secretos, el fiscal más polémico, situado en el puesto que siempre ha sido el más controvertido, sigue ahí, quizá porque no le han dejado irse. O quizá porque se siente, o le han convencido de que es, inocente. Se ha convertido, en todo caso, en el ejemplo más actual del país resiliente, presidido por el Resiliente por Antonomasia, la España de los mazones, los gallardos, que se aferra al puesto, porque se lo permiten, hasta que ya es demasiado tarde. Si me preguntan,

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