A Carlos Mazón no lo ha obligado a dimitir Alberto Núñez Feijóo, ni el PP, ni siquiera la casi unánime crítica mediática. Al president valenciano le han obligado a dar un paso atrás las familias de las víctimas y las decenas de miles de damnificados que durante meses han mostrado su dolor e indignación porque Mazón siguiera en su cargo a pesar de la gestión de la dana que ha provocado 229 muertos. Las mismas familias a las que el líder del PP valenciano no ha recibido más de un año después de la tragedia. Las manifestaciones, once en total y con decenas de miles de personas, habían extendido ante la opinión pública un malestar que se detectaba en las encuestas. El momento grave, decisivo, fue la rabia de las víctimas mostrada en el funeral de Estado celebrado en Valencia el pasado miércole

See Full Page