“Abatido Pablo Escobar” fue el título, a seis columnas, con el que EL COLOMBIANO abrió su edición extra del 2 de diciembre de 1993 tras el operativo policial que terminó con la muerte del narcotraficante más buscado del mundo: Pablo Emilio Escobar Gaviria. Debajo, a todo lo ancho, una fotografía que testimoniaba el momento del levantamiento del cadáver. Mostraba un grupo de uniformados del Cuerpo Élite de la Policía al lado del cuerpo sin vida de Escobar, que era bajado, en una camilla, del techo de una casa vecina por donde quería escapar.

Así terminó un capítulo oscuro de la historia de Antioquia y, particularmente, de su capital, Medellín, lleno de años de horror: muertes, terrorismo, narcotráfico y miles de víctimas que dejó la guerra del capo contra el Estado, contra grupos rivales c

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