Un hecho de violencia en uno de los colegios más reconocidos de la ciudad generó una fuerte polémica entre padres, docentes y estudiantes. Esta mañana, el San Buenaventura amaneció con carteles de apoyo hacia un preceptor al que le arrojaron un termo de agua caliente el pasado miércoles.

Desde ese momento, el preceptor damnificado no regresó a la institución educativa y se encuentra con atención psicológica ya que el hecho sufrido de parte de un estudiante le ocasionó un estado de alteración emocional. Además, no descarta realizar la denuncia policial.

En cuanto al alumno, lo sancionaron con tres días de suspensión y cambio de división. Las nuevas autoridades se niegan a recibirlo.

Consultados por Puntal, desde el gremio Sadop manifestaron no estar al tanto de lo ocurrido, mientras que

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