He visto en las imágenes de la entrada a la comparecencia ante los juzgados de Catarroja a una mujer descompuesta, huidiza, temerosa, sobrepasada.

Entraba a declarar ante la jueza instructora que lleva adelante las posibles responsabilidades por las víctimas de la dana. Ha trascendido igualmente que se ha venido abajo en diversos momentos del interrogatorio, de larga duración, y que la misma jueza le ha ofrecido detenerlo, pero la interrogada, con arrestos, ha seguido adelante.

¿Qué podía atemorizar a Maribel Vilaplana ?, ¿de qué podía ser culpable?, ¿su comparecencia como testigo se transformaría en imputación? No, nada de eso, en absoluto. Tan inocente entró como salió. Tan inocente fue, como es y será. ¿Entonces?

Emulando a Napoleón Bonaparte , podríamos decir: “¡Compatriotas, qu

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