El hecho ocurrió durante la mañana, cuando el padre del joven, de 63 años, alertó al 911 que su hijo se había encerrado en una habitación con una garrafa y un cuchillo, decidido a volar la casa.

Efectivos del Departamento 911, a cargo del comisario Ramón Zarza, acudieron rápidamente al lugar y comenzaron un diálogo con el agresor, quien se negaba a desistir de su actitud y amenazaba con encender un encendedor para provocar la explosión.

De acuerdo a lo informado por Diario Norte de Chaco, en un momento de distracción, uno de los uniformados efectuó un disparo disuasivo con la escopeta reglamentaria, mientras otro efectivo logró abalanzarse sobre el joven y reducirlo, alejándolo de la garrafa. Así, evitaron una posible tragedia.

El joven presentaba una herida en el brazo provocada por él

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