La leyenda de Daniel Willington (que falleció este lunes a los 83 años) se consolidó el 21 de agosto de 1974, con el gol que marcó en la final frente a Belgrano.

Aquel tanto memorable nació de un tiro libre, ejecutado tras una infracción sobre el sector izquierdo del ataque, a unos 30 metros del arco. Willington logró que la pelota ingresara de manera impecable en el ángulo izquierdo del arquero Tocalli.

El impacto fue tal que el propio guardameta celeste lo definió como “el gol más impresionante que me hicieron en mi vida”.

La majestuosidad del momento llevó al periodista Nilo Neder, testigo de la genialidad, a exclamar: “Señores, párense, esto es para admirarlo de pie; no lo van a ver más”, titulando su crónica como El Daniel de los estadios. Incluso el escritor Daniel Salzano comparó

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