Un puñado de estados en Estados Unidos irán este martes a las urnas p ara definir gobernaciones, asambleas, cargos menores y, en algunos casos, iniciativas populares que buscan reformar el mapa electoral.

Aunque su efecto será local , son vistas desde ya como el primer gran examen para la administración de Donald Trump y las políticas que viene implementando desde que llegó a la Casa Blanca.

Más importante aún, emergen como una especie de termómetro político del país con miras a las legislativas del año entrante. Estas sí claves, pues en ellas estará en juego el control del Congreso, hoy en cabeza de los republicanos.

En varios estados, además, los ciudadanos no solo escogerán funcionarios locales, sino que decidirán las reglas del juego electoral para los próximos años.

El caso de Cal

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