Coquimbo se consagró campeón indiscutido del fútbol chileno con una campaña sin par. Por primera vez las calles del puerto que alguna vez conquistó Francis Drake, se llenaron de la alegría inmensa de una gran batalla ganada
Como toda buena historia de piratas, esta comenzó con una pelea. Y por lo que se consideraba una traición. Fernando Díaz, el director técnico consagrado que había salvado a Coquimbo Unido del descenso y lo había elevado a los primeros puestos de la tabla, se enfermó primero, se peleó con el plantel y fue finalmente despedido ante el derrumbe futbolístico. Fue entonces cuando su ayudante técnico, Esteban González, asumió en su lugar.
La relación entre Diaz y González era lo suficientemente larga como para crear lazos. El primero fue técnico del segundo en Cobreloa, y

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