La ayuda humanitaria internacional empezó a llegar ayer con dificultad al norte de Afganistán, tras un nuevo terremoto de magnitud 6,3 que ha causado cerca de 20 muertos y 700 heridos. Sucede justo en un país aislado bajo el régimen talibán y que aún afronta las secuelas del devastador sismo de septiembre, con unos 2 mil 200 muertes.

El equipo de Médicos Sin Fronteras (MSF) ha atendido hasta ahora a 43 personas con lesiones relacionadas con el terremoto y se mantiene en alerta ante un posible aumento de pacientes en el centro de traumatología de Kunduz, dijeron a EFE fuentes de la ONG.

También colabora con el Ministerio de Salud Pública en el hospital regional, donde cerca de 200 heridos fueron atendidos durante la jornada.

La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU co

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