La Confederación Hidrográfica del Júcar, dependiente del Gobierno de Pedro Sánchez y presidida por el socialista Miguel Polo , ha admitido que los «recursos humanos de los que dispone el Organismo» son « insuficientes » para evitar otra riada un año después de la DANA al no contar con bastante personal para la «realización de tareas de mantenimiento y conservación , tanto ordinaria como extraordinaria del canal del río Magro y el embalse de Forata ».

La institución dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, encabezado por Sara Aagesen , ha licitado un contrato para la «asistencia técnica para coordinación de seguridad y salud en los trabajos de apoyo en las labores de mantenimiento y conservación de la presa de Forata y el canal del Magro».

Los documentos oficiales de esta contratación, que pueden consultarse en este enlace , aluden al «canal del río Magro y el Embalse de Forata » como « infraestructuras hidráulicas cuya explotación está a cargo de la Confederación Hidrográfica del Júcar».

Como refleja la institución de la cartera de Transición Ecológica, «para una perfecta explotación» de ambos lugares, considera «evidente la necesidad de mantener en perfecto estado de funcionamiento dichas infraestructuras». Para ello, subraya que «es necesario llevar a cabo las labores de mantenimiento y conservación de todos los elementos que forman parte de las mismas».

La Confederación Hidrográfica del Júcar señala que el canal del río Magro «dispone a lo largo de su recorrido de una serie de elementos, tales como túneles, sifones, acueductos, compuertas y válvulas de desagüe y camino de servicio». El documento indica que la « operatividad » de todos los elementos «depende de que se puedan cumplir sus fines». «Sin una adecuada conservación pueden producir desbordamientos y funcionamientos anómalos del canal», advierte en su documento el organismo gubernamental.

«Ocurre lo mismo con las instalaciones de la presa de Forata », avisan desde Transición Ecológica. Entre los componentes de este sistema están los «órganos de desagüe con válvulas y compuertas de grandes dimensiones, centro de transformación para suministro eléctrico, grupos electrógenos para suministro eléctrico alternativo, ascensores, instalaciones eléctricas y de alumbrado, equipos de auscultación, así como edificios, caminos, galerías, etc». Todos esos elementos «requieren de un mantenimiento y conservación exhaustivo que permita una correcta explotación de la infraestructura hidráulica en cuestión».

Obras sin completar en la ‘zona cero’

Todo ello apenas unos días después de que se cumpla un aniversario de la trágica DANA del pasado 29 de octubre de 2024 que azotó con especial gravedad a la provincia de Valencia, donde fallecieron 229 personas , 237 en total incluyendo aquellos que perdieron la vida en Castilla-La Mancha y en Andalucía.

El Gobierno de Sánchez, además, tiene una decena de obras pendientes en Valencia y Castellón para evitar inundaciones como las que causaron el desastre en el barranco del Poyo hace más de 12 meses. Aquélla fue la gota fría más mortífera que se recuerda en este territorio. En los municipios afectados, muchos vecinos comparten el temor a una nueva riada. Sobre todo ahora, en otoño, que es cuando se vienen produciendo episodios de lluvias torrenciales.

El barranco del Poyo es el ejemplo más visible de paralización y el que más preocupa en la zona cero  de la DANA, en Paiporta. De hecho, una de las obras que consta como pendiente es la vía verde de conexión del barranco del Poyo con el nuevo cauce del Turia.

En lo que se refiere a obras estructurales responsabilidad de la Administración General del Estado, según las fuentes oficiales consultadas por OKDIARIO, está pendiente el acondicionamiento y la restauración de los cauces en el término municipal de Alginet.