El asesinato del presidente municipal de Uruapan, Carlos Manzo, provocó la primera gran crisis interna del Gabinete Presidencial que hasta ayer falló en su estrategia de control de daños.

La presidenta Claudia Sheinbaum acudió al libro de frases hechas para deslindar la responsabilidad del Gobierno federal sobre el lamentable suceso.

Responsabilizó a Felipe Calderón por la guerra que le declaró al narco (a petición del entonces gobernador Lázaro Cárdenas Batel, en cuya administración el narco creció como hongos en primavera.

Luego a Enrique Peña Nieto y su “estrategia fallida’’ de armar a los grupos de autodefensa (algunos de los cuales son cárteles ahora), pero se saltó el sexenio de Andrés Manuel López Obrador y su política de “abrazos, no balazos’’ que, de acuerdo a las estadísticas

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