Tamara comparte cama y habitación con sus dos hijos pequeños desde hace dos años, el tiempo que ella y sus hijos viven acogidos por sus padres en un modesto piso de Elche por culpa de una inquiokupa . Sus padres tienen un pequeño piso en el que invirtieron sus ahorros y lo tenían alquilado, pero que ahora necesitan para su hija. Sin embargo, no hay forma de recuperar la vivienda. La okupa , de origen magrebí, dejó de pagar hace dos años , se ha declarado vulnerable , ahora dice que la casa es suya y responde esto a los propietarios del piso: «Para irme yo a la calle con mis hijos (de 18 y 12 años), te vas tú a la calle con los tuyos».

Jesús Jiménez es el padre de Tamara, abuelo de sus dos nietos de 5 y 11 años y es el dueño del piso que compró con los ahorros de una vida trabajando en Suiza con su mujer. Hace dos años que tuvo que acoger a su hija y los cinco viven hacinados en su casa, entre cajas de mudanza, porque la inquiokupa ni le paga el alquiler ni devuelve la casa .

«A ver si alguien nos puede ayudar, por favor, tenemos un gran problema con una inquiokupa marroquí que lleva dos años y medio sin pagar. Necesito la casa; mi hija se ha divorciado, tiene dos hijos menores; ella con el jornal que tiene no puede pagarse el alquiler . Es tremendo que mi hija no tenga ni para pagarse un alquiler teniendo yo mi otro piso para dejárselo, mientras la okupa no se va y dice que la casa es suya ». Jesús se indigna según avanza en el relato de la situación y no consigue comprender que esto le esté ocurriendo a su familia.

«Mi hija es más vulnerable que la okupa»

En febrero de 2024, Jesús y su hija Tamara le enviaron un burofax a la inquiokupa para que abandonaran la casa porque necesitaban la vivienda, algo que especificaba el contrato. La obligación de devolver el piso si lo necesitaba un familiar en primer grado del propietario. Desde entonces no paga el alquiler.

«A la okupa la han declarado vulnerable y ha engañado a la inmobiliaria, presentó nóminas falsas del marido que está trabajando en Francia, el marido sigue en Francia, no sé si cobra ayudas allí, pero mi hija necesita la casa y no puede pagar el alquiler, y no hay manera», explica Jesús.

«El señor presidente del Gobierno»

Jesús ya había conseguido que un juzgado desahuciara a la okupa morosa, pero la deudora consiguió pararlo en el último momento: «Tengo tres sentencias de desahucios, pero no hay manera de echar a esta señora de mi casa; se ha declarado vulnerable, no hay quien la eche de mi casa por culpa de la ley que tenemos, que ha prorrogado el señor presidente del Gobierno suspendiendo los desahucios de morosos e inquiokupas hasta diciembre de 2025».

«Ahora vivimos así, todos en mi casa, todos viviendo en mi casa, esto es increíble, yo no sé a quién dirigirme porque esto es desesperante, me ha dado un infarto y no hay nada que hacer. Encima, esta señora tiene amenazados a todos los vecinos; no me puedo ni acercar por ahí y encima tenemos que pagarle el agua, la luz, el IBI y la cuota de la comunidad », remata Jesús. Su hija Tamara pidió ayuda al Ayuntamiento de Elche , pero le dijeron que no daba el perfil y las ayudas estaban reservadas a otros.