A lo largo de la vida, muchas personas sienten la necesidad de mantener algún tipo de contacto con quienes ya han partido. Hablar con los muertos , ya sea de manera imaginaria, simbólica o a través de los sueños, puede ayudar a procesar emociones difíciles, expresar sentimientos no dichos y encontrar consuelo frente a la pérdida.

Estas prácticas también pueden vincularse a rituales personales o colectivos. Encender velas, dejar flores, recordar momentos compartidos o realizar ceremonias específicas son formas de mantener un vínculo afectivo y expresar dolor, nostalgia o gratitud.

Desde un enfoque biológico, la Clínica Mayo explica que estas experiencias podrían estar relacionadas con la manera en que el cerebro procesa la pérdida y la memoria durante el duelo.

Hablar con los falleci

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