Con el fin de la veda a los sondeos de opinión, la campaña presidencial colombiana entra en una nueva etapa. Tras casi cuatro meses sin mediciones públicas, el regreso de las encuestas promete ordenar una competencia con decenas de aspirantes y una fragmentación que ha vuelto opaca la carrera por el sucesor de Gustavo Petro.

La ley 2494 de 2025, que prohibió la publicación de estudios de intención de voto entre julio y octubre, había dejado a los partidos y movimientos navegando a ciegas. El levantamiento de la restricción reabre el tablero electoral, aunque bajo un marco jurídico aún incierto: las principales firmas encuestadoras advierten que no reanudarán la publicación de resultados hasta que la Corte Constitucional defina la validez de la norma y el Consejo Nacional Electoral (CNE) e

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