Durante años, las mujeres mexicanas han marchado por seguridad, han gritado por justicia y han llorado a las que se han perdido a causa de la violencia. Y esta semana, esa lucha llegó hasta el palacio presidencial. La mano de un hombre—captada en video mientras tocaba indebidamente a la presidenta Claudia Sheinbaum mientras caminaba por el centro histórico de Ciudad de México—ha obligado a la nación a confrontar lo que todavía tolera y lo que se niega a cambiar.

Una violación a plena vista

Duró solo unos segundos. Pero el impacto ha sobrevivido al momento. Sheinbaum se desplazaba entre reuniones cuando un hombre le pasó un brazo por encima, le tocó el pecho y trató de besarla. Ella lo apartó; su equipo intervino. Sin embargo, la agresión—capturada y difundida en minutos—desató un ajust

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