En el mercado laboral de hoy, cambiar de trabajo ya no es una anomalía. Aun así, muchas personas se quedan inmóviles durante años en roles que ya no les enseñan nada, por miedo a perder estabilidad o a “quedar mal” con su equipo . Ese es el terreno donde prende la idea del profesor de Harvard, Arthur Brooks: "Detrás del bloqueo hay una tensión constante entre seguridad (lo que ya controlo) y crecimiento (lo que aún puedo aprender)".
La cultura del trabajo tampoco ayuda a decidir. Por un lado, se glorifica el salto audaz pero por otro, se premia la permanencia como sinónimo de lealtad y “resistencia”. Entre esos dos polos, lo que suele ocurrir es que se prolonga un rol sin proyecto claro, se aceptan tareas que no corresponden y se postergan conversaciones difíciles con la excusa de que

LA RAZÓN Sociedad